Las llamadas "Vacaciones de invierno", son en realidad un receso. Es decir que si bien los alumnos no van a clases, las horas se pagan igual y por lo tanto estamos a disponibilidad de la institución en la que trabajamos y pueden darnos tareas en relación a nuestro trabajo.
Lo dicho se apoya en dos principios antiguos que ya podemos encontrar en la Biblia
- El que no trabaja que no coma (1)
- El obrero es digno de su salario (2)

Si se pide que el docente concurra a la escuela porque se le paga entonces estarán de acuerdo en que se paguen cada una de las horas que usamos en corregir pruebas, trabajos prácticos, y demás. También las horas que usamos para preparar clases, para desarrollar proyectos extracurriculares, asistir a jornadas en horarios que no son los nuestros, y algunas actividades más.
Esto tendría una ventaja adicional. Muchos de nosotros tendríamos que tomar menos horas de clases para que el sueldo sea digno y más profesores y maestros (más jóvenes) podrían entrar al mercado laboral reduciendo el desempleo. Sería genial.
Recuerdo que, de más joven, llegué a trabajar en cinco colegios a la vez. Inhumano.
De paso, podríamos hablar del tema de las jubilaciones docentes. No muchos saben que los docentes aportamos un porcentaje mayor de nuestro sueldo como descuento jubilatorio. Ni que muchos de los componentes del sueldo son no remunerativos.
Tampoco se sabe que si un docente de provincia de Buenos Aires que trabaja en dos niveles (primario y secudario, por ejemplo) se puede jubilar solo por un nivel y un porcentaje del otro.
No obstante, el sistema perverso que tenemos obliga a los que están cerca de la edad a acrecentar horas para que la jubilación se aleje de la línea de la pobreza. Como consecuencia, muchos alumnos deben soportar docentes mayores (con poca paciencia, desactualizados, cansados) que con la cantidad de trabajo que tienen no pueden dar bien sus clases y que suelen tener problemas de salud (conozco casos en que casi han perdido la vida).
No importa que uno se haya deslomado durante veinte años porque solo importará lo que haya cobrado en los últimos años, desgastado e impotente ante la ley.
Todo lo que digo lo conozco de primera mano. Mi esposa y yo somos docentes y nuestra familia lleva ya tres generaciones de docentes. Lo digo porque estoy cansado de decisiones y declaraciones de personas que no han pisado un aula pero que con buenos sueldos deciden sobre nuestra tarea.
Si ponemos en claro cómo son las reglas del juego, creo que sería justo que los docentes trabajemos durante las vacaciones de invierno. Entre tanto, sugiero que el gobierno deje de amenazar como capataz y se ponga en contacto con quienes día a día servimos a la Patria en la aulas.
Darío Acosta
(1) 2° Tesalonicenses 3:10(2) Ev. Lucas 10:7
5 comentarios:
Muy bueno. Pero olvidas que los dias de paro se descontaron.
Si se hubiesen pagado entendería que se pretendiese trabajar las horas no dadas y cobradas pero tras el descuento quedamos a mano.
Muy buena tu reflexión Darío.
Gracias Darío por hacerte cargo de los pensamientos y conclusiones que circulan por las salas y pasillos. Ojalá también lo lea quienes de tienen que hacer cargo de esto.
En algunas escuelas no hubo descuento y en otras llegó el descuento a todos independientemente si habían faltado o no. El otro tema es si corresponde descuento cuando se ejerce el derecho a huelga
Conclusion: No estas desactualizado, pero si con poca paciencia y cansado del sistema y yo hago un trabajo inhumano. Va con onda!!! jajaja
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