Internet es una maravilla que ha cambiado el mundo. Pero hoy no dimensionamos la cantidad de información que mueve. Y esto no es gratuito.
Sabemos que mucha de la información es captada por servicios de inteligencia del los estados. Otra, mucha, es aprovechada por empresas que arman así sus estrategias de marketing personalizadas. Muchos se benefician de estos conocimientos y la red se convierte en una tecnología que trae sus cosas positivas y negativas. Sirve para que la información sea plural e instantánea y a la vez para que nuestra intimidad sea vulnerada por interesados en enriquecerse a nuestra costa.
Aquí debajo se puede ver la cantidad de tráfico de datos que se ha producido en tres segundos. Es tremendo, en especial si te fijas en la cantidad de dinero que genera Google por ejemplo.
Click en la animación para abrir la versión completa (via pennystocks.la).
Podemos ver en tiempo real el caudal de datos que se van generando durante más tiempo en la red haciendo clic en el enlace debajo de la animación.
Nuestro mundo cambia y no nos damos cuenta de lo rápido que lo hace. Por lo tanto debemos ser concientes de los peligros que nos trae la exposición en la red, en lo personal, en lo económico y en el tiempo de ocio.
Cada foto que subimos, cada clic, cada "me gusta", es información que estamos dejando libre para que otros utilicen con nuestro consentimiento tácito. Nadie puede reclamar por que otros usen lo que está en la red. Incluso lo que tiene Copyright tiene problemas para preservarse del uso no autorizado.
El escándalo Snowden es un ejemplo enorme de lo que un Estado puede hacer y hace con la privacidad de nuestra información personal.
Es un llamado de alerta a que no entreguemos en nombre del placer nuestra vida y decisiones, nuestra libertad y nuestra dignidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario