Nuevamente me hice preguntas sobre qué es lo que se promociona como Navidad o "las fiestas", como solemos decir por acá. La imagen del buscador tiene juguetes y un aire festivo.
Y nuevamente el gran ausente es el protagonista principal de esta celebración.
Pongamos algunas cosas en orden. Es hermoso recibir regalos y regalar, en especial si uno es un niño. Tenemos hermosos recuerdos de estas noches en que las familias se reúnen, aunque algunas reuniones no sean tan pacíficas. Pero, repito, este no es el sentido de Navidad. ¿Puede nuestra cultura adueñarse de una fiesta que tiene que ver con el acontecimiento más increíble de nuestro mundo en relación con Dios? Es posible que sí, como se ha hecho con muchas otras fechas resignificándolas. Se pierden ideas que estaban asociadas originalmente con la celebración y se viste con otras? De hecho, el mismo 25 de diciembre era originalmente la fiesta romana de la Saturnalia, el nacimiento del Sol Invictus.
Pero, en nuestro caso, los cristianos reclamamos que se vuelva a homenajear al Jesús que nace en nuestro mundo, aunque haya sido en otra fecha.
Es que Jesús es la muestra palpable de que la idea del Dios lejano, impasible, y de ceño fruncido es falsa. Que siempre quiere estar en contacto con vos y conmigo y que no encuentra realmente un ida y vuelta en esta comunicación por lo que se mete en nuestra historia y se hace una persona como nosotros, sujeto a todos los problemas y vivencias de los hombres.
Este Dios que se hace más accesible es el que nos llama a que la comunicación sea de a dos, en una charla íntima, como de Padre a hijo, que pone su corazón al lado del nuestro para que podamos recostarnos en su regazo como quien me tiene aúpa y me abraza y me canta una canción de cuna.
Dios te bendiga
1 comentario:
Como siempre... muy precisas tus palabras... Al igual que el escrito del año pasado.
Que esta Navidad sea, entonces, el encuentro con nuestras tradiciones perdidas y sobre todo el encuentro con ese Niño, nuestro Dios hecho hombre, en toda su magnitud.
Un abrazo enorme! Mónica G
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