Michetti canta Gilda: Los símbolos populares apropiados

"Descifrar los signos del mundo quiere decir siempre
 luchar contra cierta inocencia de los objetos"
Roland Barthes

Asistimos a un nuevo hecho histórico, como lo es cada asunción presidencial. Mauricio Macri es el nuevo presidente de los argentinos.
La ceremonia de traspaso y la plaza suponen una fiesta para los que conocemos algo de semiología, es decir, el estudio de los signos y de cómo se forman los sentidos o significados en nuestra sociedad.
Habrás notado, querido lector/a, que esta fiesta o ceremonia fue leída de maneras opuestas, según quién la comentaba o daba su opinión. En tus cuentas de redes sociales seguramente habrás notado las diferencias. Como ves, hay más de una manera de mirar los hechos de la realidad.
Dejemos de lado, las ropas de los asistentes, los personajes famosos que aparecieron, los globos, los peinados, las canciones... También dejemos de lado, la cantidad de gente en la plaza, los carteles, las clases sociales representadas, la ausencia de "descamisados", de bombos, de piqueteros.

¿De quién es Gilda?
Me quiero detener en un solo hecho que llamó la atención y derivó en unos cuantos comentarios (por supuesto, opuestos entre sí) que es la sonorización por altoparlantes de la canción "No me arrepiento de este amor", de la cantante Gilda. Hay que sumar la interpretación por micrófono de la Vice Presidente Michetti, que mostró conocer bien la letra.
Gilda, como muchos recordarán, fue una cantante popular de gran masividad que logró llegar a la cima del reconocimiento por su trágica muerte, que la elevó al status de cuasi "santa". El caso es que las clases populares la inmortalizaron creando un culto, con santuario y todo, en el que muchas personas se acercan a entregar ofrendas y hacer pedidos a la cantante que adquirió fama de milagrera, también.

Gilda fue uno de los exponentes de toda la movida de ritmos tropicales que salieron a la luz de los medios masivos en los 90. Esto daba cuenta de prácticas culturales populares que siempre tuvieron mucha convocatoria pero que los medios ninguneaban hasta que la profundización de la crisis económica hizo evidente el crecimiento de sectores pauperizados por el crecimiento vergonzoso del desempleo.

Cómo apropiarse de los símbolos
Sabemos que los dirigentes de Cambiemos no son de clases populares y que la música tropical no es "su" música. Pero sí sabemos que este tipo de música ingresó a la escucha de las clases medias y altas a través de las fiestas y algunas discotecas en la misma década del 90, creo yo como una forma de asimilar lo que los medios estaban mostrando como novedad. En el lujoso barrio de Recoleta llegó a abrir una bailanta (lugar bailable con música estilo cumbia). Comenzó a formar parte de los festejos y del entretenimiento de las clases más adineradas quitándole todo el trasfondo de la cultura de la que proviene esta música.


Entiendo que lo preocupante de este fenómeno es el revestimiento de nuevas lecturas de símbolos culturales como la música que son la expresión de la vida y las circunstancias que los generan. En este caso, pasteurizando y licuando la memoria popular y dejando solo el festejo, se deja de lado la capa de significados de las clases pobres, de sus vivencias, de sus necesidades, de sus luchas, de su lectura del mundo. 
Puede ser exagerado, pero mi temor es que este hecho,(¿inocente?) sea una muestra de cómo va a leer este gobierno la vida de nuestra Argentina. Si su lectura de clase social les  impide ver la forma en que afrontan su realidad las clases más débiles, las medidas que tomen no los van a tener en cuenta. Si quiere "que todos estemos mejor" deberán recordar que Todos incluye a todos y no a los que ya están en una posicion aventajada en nuestra sociedad. Recordar que muchas veces favorecer a unos implica no favorecer a otros porque la riqueza no es infinita, hoy menos que menos.

Quiera Dios que este no sea nuestro futuro y que sepan ver que se gobierna para todos. Que sepan acercarse a los otros que leen diferente la realidad para tener otras versiones de la vida. Y si no, que la Patria (y algún juez, por qué no) se los demande.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca lo hubiese visto de esa manera.. excelente interpretacion.